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Microsoft ha advertido que los atacantes han empezado a explotar una vulnerabilidad crítica aún no parcheada en Windows, utilizando para ello unidades flash USB infectadas. Estos ataques son los primeros que afectan a Windows XP Service Pack 2 (SP2) desde que Microsoft retirara hace unos días el soporte para el sistema, según los investigadores. Cuando la compañía emita el software que resuelva la vulnerabildiad no incluirá un parche para las máquinas que todavía corran el SP2 de XP. Por tanto, los usuarios deberán actualizarse a XP SP3 si desean quedar a salvo.

“Esta vulnerabilidad ha sido encontrada operando en combinación con el malware Stuxnet”, ha explicado Dave Forstrom, director del grupo Trustworthy Computing de Microsoft. Stuxnet es un tipo de malware que incluye un troyano para descargar otros códigos de ataque.

Forstrom ha asegurado que los ataques contra esta brecha son “limitados y muy dirigidos”, pero el grupo de Microsoft responsable de firmas antivirus ha reconocido haber detectados 6.000 intentos de infectar PC aprovechándola desde el pasado 15 de julio.